Si te atreves, puedes usar el mismo jabón para hacer ropa líquida. Se esparce bien y deja la ropa perfectamente limpia. Con 100g de jabón sólido se pueden obtener 2 litros de jabón líquido, aunque se recomienda hacer más y ahorrar dinero. Por ejemplo, frote una libra de jabón en un recipiente y mézclelo con dos cuartos de galón de agua hasta que no queden grumos. Dejar reposar hasta que desaparezca toda la espuma, luego agregar otros ocho litros. Así, con sólo medio kilo de jabón tienes más de diez litros de detergente.
¿Para qué sirve este jabón?
Hacer este jabón casero con aceite residual es excelente para tu piel y tu ropa, es amigable con el medio ambiente y tu bolsillo. El método que sugiero es frío y cualquier aceite de cocina usado servirá ya que solo necesita ser filtrado para que sea de excelente calidad.
– Aceites usados y filtrados, 2 1/2 litros.
Cómo hacer jabón con aceite usado
A continuación te mostramos paso a paso cómo hacer jabón con aceite usado, una receta tradicional que hacían nuestras madres en casa. Solo sigue el tutorial y no tendrás problemas para hacer jabón con aceite usado. ¡Aqui estamos!
Recuerda que es importante ponerse guantes, goggles, mascarilla y trabajar en un lugar ventilado antes de iniciar el proceso.
Paso 3
Vierta con cuidado la soda cáustica en el agua, nunca al revés. Revuelva con una cuchara de madera hasta que se disuelva por completo. La mezcla debe ser transparente. Hace calor, pero eso es normal. Así que asegúrate de revolver lentamente para evitar posibles quemaduras.
Deja enfriar la mezcla anterior. Luego es el momento de agregar el aceite vegetal que reservamos. Sigue revolviendo hasta obtener una mezcla homogénea.
Reutilizar: una de las máximas de protección del medio ambiente que no siempre recordamos
Cuando hablamos de protección del medio ambiente, casi automáticamente pensamos en reciclar. Y es cierto que el reciclaje es muy importante, de lo contrario estos desechos contaminarán nuestros recursos naturales. Sin embargo, antes de pensar en cómo reciclar lo que ya es basura, debemos pensar en las otras dos “R” que también forman parte de la filosofía de mejorar el planeta. Nos referimos a las máximas de reducir y reutilizar.
Obviamente, la decisión de reducir el tamaño depende mucho de cuánto menos recursos podamos usar. No se trata de comprar menos petróleo cuando se necesita, se trata de comprar contenedores más grandes en lugar de contenedores pequeños, que terminan requiriendo más recursos y energía para producir y emitir más contaminantes. Un simple gesto como ese marcaría una diferencia notable.